La sobreprotección materna ahoga al hijo, al punto de generar consecuencias emocionales también durante su vida adulta.
Dentro de los aspectos de los padres que más consecuencias traen, la sobreprotección materna es una característica muy presente, que esconde cierta agresividad invisible, que impide el buen desarrollo emocional del hijo.
Consecuencias de la sobreprotección
Falta de independencia emocional
La sobreprotección materna incentiva una fuerte unión emocional entre la madre y el hijo, por lo que el hijo hace propios aspectos y estados emocionales que son de la madre.
Esta unión genera adultos con apego y dependencia emocional hacia la madre, quienes estarán pendiente de ella y de su cuidado, dificultando la construcción de vínculos estables y duraderos.
Pérdida de identidad
La sobreprotección materna absorbe, y hasta anula, la propia individualidad del hijo, por lo que el hijo se desarrolla alineado con lo que la madre espera o necesita de él.
Esta perdida de identidad genera adultos que no pueden tomar sus propias decisiones, sostener su propia opinión o hasta construir su propia vida.
Invisibilidad emocional del hijo
La sobreprotección materna abarca tanto espacio del hijo que también las emociones de este quedan invisibilizadas, siendo las emociones de la madre las que ocupan todo el ambiente emocional.
Esta invisibilidad emocional genera adultos que no pueden expresar sus propias emociones o que sientes que las emociones de los demás son más importantes.
Inmadurez emocional
La sobreprotección materna se destaca sobre todo por producir inmadurez emocional en el hijo, generando adultos infantiles, que no logran cierta independencia emocional y económica, que escapan del compromiso, que necesitan vivir cerca de su madre o están pendiente de sus estados emocionales, que no se responsabilizan de sus vidas.
Algunas de las maneras que se puede presentar la sobreprotección
- Hogar donde el padre no está presente o no participa en el cuidado del hijo.
- Una mala relación de pareja entre la madre y el padre, pudiendo la madre usar al hijo como refugio emocional.
- Falta de confianza de la madre en como el padre cuida o resuelve los asuntos del hijo.
- Madre con grandes carencias de figuras paternas en su infancia, lo que la lleva a compensar su propia necesidad con su hijo.
- Madre controladora que no deja un espacio sin-madre en su hijo, sino que está presente en cada aspecto del hijo.