Hoy en día muchos creemos que nada de lo que sucede es casualidad, que todo nos trata de enseñar algo y que son experiencias que por algún motivo tenemos que vivir.

Estaba buscándole un poco la lógica y qué podía implicar una de las cosas del coronavirus que más nos interpela a todos por igual y es el hecho de permanecer en nuestras casas.

La casa, es un espacio nuestro, interior, de pertenencia, de privacidad, de intimidad y seguridad, donde podemos hacer y ser lo que queramos.
Para algunos ese espacio es más grande, para otros más chicos, algunos tienen lugar donde tomar sol y otros se tiene que arreglar con sacar la cabeza por la ventana para tomar aire. Algunos conocen y utilizan cada rincón, en cambio otros siempre están en el mismo sitio.

Nuestra vida y cada una de los aspectos que la forman tienen un sentido real y un sentido simbólico. El sentido real que le podemos dar a esto de permanecer en casa es el que todos conocemos, quedarnos dentro de nuestro hogar y no salir afuera, así de simple.

Pero, el otro sentido, el sentido simbólico, el cual tiene que ver más con el lenguaje, lo cultural, lo interpretativo y lo que simboliza, nos permite ver más allá de lo lineal de las cosas y mediante esto podemos descubrir qué necesitamos aprender. Volviendo a lo que nos está sucediendo, nuestra casa simbólicamente es nuestro cuerpo, nuestra mente, nosotros mismos y todo esto nos habla de permanecer adentro, en nosotros, en nuestro verdadero espacio, mirando hacia nuestro interior ¿o acaso hay un espacio más tuyo que vos?

¿Qué conseguimos con esto? Si nada es casualidad y todo te está llevando a permanecer en tu interior, no es más que una invitación a dedicarte tiempo a vos, a conocerte, a observarte, a ver espacios que no le prestabas atención o que no los usabas y a descubrir aspectos que antes ni conocías y hasta tal vez ni te importaban.

Cuándo el mundo entero te está hablando de permanecer adentro y sentís cada vez más la necesidad de salir hacia afuera, ¿tal vez no sea momento de descubrir todo lo que te estás perdiendo de vos mismo? Esos “rincones” de vos que no usas ¿no tendrán algo especial esperándote