Estar en desacuerdo con nuestros padres, y que exista cierto grado de conflicto, es muy beneficioso para nuestro desarrollo emocional.
Pero esto, que es muy importante que suceda dentro de cierta etapa de nuestro desarrollo, no siempre se da, algunas veces por ciertas lealtades familiares permanecemos emocionalmente vinculados en exceso con nuestros padres, alineados a sus ideas, opiniones o decisiones.
En la vida adulta se puede ver en el vínculo con nuestros padres cuando:
- Estamos de acuerdo en todo con ellos
- Evitamos mostrar disconformidad o diferencias
- Modificamos nuestras decisiones a lo que a ellos le gustaría
- Evitamos ser quienes somos para no tener conflictos
- Dejamos de hacer ciertas cosas para no incomodar
- Recurrimos constantemente a sus opiniones para decidir qué hacer
La diferenciación emocional es uno de los aspectos más relevantes de nuestro desarrollo. Son las diferencias la que nos permite encontrar y construir nuestro propio mundo interno. Es la distancia que la que nos da la posibilidad de encontrarnos a nosotros mismos.
Nuestras decisiones, opiniones, ideas y comportamientos, si se ven influenciadas por otros mundos internos, pierden diferenciación, pierden fuerza, dejan de ser nuestros, y se ven arrastradas hacia otro lugar para estar alineadas con la vida de otros.
El desacuerdo con nuestros padres, y hasta cierto grado de conflicto, nos permite encontrarnos con quien somos o queremos ser.