La increíble vida de Walter Mitty

Esta película trata sobre la vida de Walter Mitty, quien trabaja en el sector de negativos de fotografías de la revista Life, una prestigiosa revista que fue recientemente comprada y que ahora pasará a ser un sitio web.

Hay varios personajes importantes, entre ellos está Sean O’Connell, con quien Walter tiene buena relación pero que no conoce personalmente. Sean es un reconocido fotógrafo que colabora con la revista, quien recorre todo el mundo, hasta se mete en situaciones límites para obtener las mejores fotografías, aportando su gran trabajo para muchas de las portadas más destacadas.

A Walter se lo ve un hombre con una vida digamos que gris. Lo vemos sacando cuentas de gastos, intentando sin éxito usar una app de citas y yendo al trabajo con un de hombros caídos y con un lento caminar. El comienzo se nos muestra el mundo ordinario de Walter, una persona estructurada, que vive solo, y con una vida bastante monótona.

Mientras está camino al trabajo, nos encontramos con un aspecto muy destacado de la vida de Walter, que son las fantasías que tiene.

Fantasías muy reales en las cuales se anima a hacer todo aquello que siente o quiere, pero que en la vida real no hace.

Salvando un perrito de un edificio que va a explotar, siendo un escalador, enfrentando a su jefe, hasta siendo entrevistado en una programa de televisión muy reconocido.

En estas fantasías se lo ve valiente, aventurero, sin miedo, una persona totalmente distinta a lo que es, a lo que hace y a lo que piensa y siente.

Pero todo esto refleja la desconexión que tiene con su “Yo” más profundo, con aquello que está en su interior, y con todo lo que desearía ser.

A tal punto estas fantasías reflejan esa desconexión con la realidad que literalmente cuando las tiene queda brevemente atrapado en esos sueños sin escuchar ni responder a su entorno.

Cuando Walter llega al trabajo, se entera de la venta de la empresa, y recibe un paquete de Sean, quien le envió una fotografía para la última edición de la revista que saldrá a la venta.

En este último envío, aparte de varios negativos de fotografías, le envía una billetera de regalo, con una frase muy particular, que simbolizará el viaje que Walter está por emprender.

Tanto las fantasías, como la personalidad del Sean, reflejan lo que llamamos la sombra de Walter, todos aquellos aspectos de su personalidad que por un motivo u otro, ha apartado de él. Y ese es el mayor enemigo de Walter, y que suele ser el mayor enemigos de todos, nuestra propia sombra.

Cuando rechazamos o admiramos aspectos de otros, cuando soñamos o deseamos algo que creemos que no podemos, estamos frente a nuestra propia sombra, aspectos que colocamos fuera de nuestra personalidad en características que atribuimos a otros, pero que aunque no nos demos cuenta, también son parte de nosotros, partes nuestras que no pudimos desarrollar pero que quieren salir a luz.

Aspectos como la valentía, la independencia y la autenticidad, todos estos fueron reprimidos por Walter en su adolescencia cuando su padre falleció, momento en el que tuvo que responsabilizarse de su familia y comenzar a trabajar.

Más adelante, y viendo a Walter ayudando en una mudanza de su madre, se encuentra con un diario de viajes que su padre le había regalado hacia mucho tiempo, justo antes de irse a recorrer Europa. Viaje que no realizó por el fallecimiento de su padre, y por lo tanto, un diario que ha quedado vacío, un diario sin aventuras, símbolo de esa falta de aventura también en la vida de Walter.

Ese momento de la mudanza y el encuentro con el diario reflejan la responsabilidad familiar de Walter en contraposición a su sueños de aventura.

Aunque su padre ya no esté presente, el diario lo sigue conectado con él, y con eso que ha quedado dormido de Walter. Su padre le había dejado escrito en la primera página “diviértete”, algo que suele estar alejado de aquellas personas que han tenido que asumir responsabilidades a temprana edad, pero algo que deberán recuperar por si mismas más adelante en sus vidas.

La aventura de Walter comienza cuando se da cuenta que la fotografía que le había enviado Sean no está dentro de los negativos, lo que lo lleva a emprender un viaje en su búsqueda. Tiene que ir a Groenlandia, Islandia, viajar en avión, barco, helicóptero, escapar de un volcán en erupción hasta pelear con un tiburón en el mar, una gran travesía para lograr encontrar a Sean.

Este viaje hace que Walter se vaya convirtiendo lentamente en aquello que anhelaba ser, en lo que Sean representaba y en lo que sus fantasías le mostraban, pero que nunca se había animado.

Todos en nuestro interior estamos anhelando el llamado de la aventura, a nuestra medida, frente a nuestras dificultades, en búsqueda de aquello que nos hará cambiar, crecer, ser quienes más queremos ser, pero son los miedos, la incertidumbre, las lealtades familiares, los mandatos, los que nos dificultan emprender ese viaje.

Cuando Walter por fin encuentra a Sean, este está en una montaña intentando tomar una fotografía de un leopardo al que nunca se lo puede ver, pero cuando por fin aparece, no toma ninguna foto, y le dice a Walter, que aunque muchas veces pueda tomar una gran fotografía, no siempre lo hace, porque a veces prefiere simplemente observar el momento presente, algo que refleja justamente todo lo contrario a lo que Walter representaba, siendo una invitación a salir del mundo de fantasías y conectar con la realidad.

El asunto es que en ese encuentro con Sean, este le dice que el negativo que busca está justamente dentro de la billetera que le regaló, pero Walter en su frustración la había tirado, aunque más tarde su madre recuperará.

El viaje que lleva a Walter a recorrer varias partes del mundo, no es más que el reflejo de su propio viaje interior, un viaje que lo ha alejado de las fantasías de una vida de aventuras y lo han llevado a una vida real de aventuras, a conectar más con la realidad que siempre soñó.

A medida que esto sucede Walter ha dejado de tener sus fantasías, ya no las necesitan, y eso mismo sucede cuando proyectamos nuestra sombra en otros, a medida que integramos esos aspectos en nosotros la proyección comienza a desaparecer, ya no la necesitamos.

El viaje interior de Walter, es un tipo de viaje que todos debemos realizar en diferentes momentos de nuestra vida. Pero no un viaje que implique como el de Walter realmente viajar, sino más bien tomar decisiones, animarnos, salir de nuestro mundo tradicional y dar un salto a lo desconocido, pero por sobre todo, integrar aquellos aspectos que por determinadas situaciones de la vida hemos tenido que dejar de lado.

Cuando por fin se publica la última edición de la revista, descubre que la foto que había tomado Sean era justamente una foto de él trabajando. Y ahora, hasta siendo tapa de una revista, ya no le llama la atención, porque ya se ha convertido en aquello que siempre soñaba.

Y para terminar, no nos podemos olvidar de la frase de la billetera que Sean le había regalado a Walter, símbolo de esa búsqueda, y también era la frase que representaba a la revista Life decía:

“Ver el mundo, afrontar peligros, traspasar muros, acercarse, encontrarse y sentir, ese es el propósito de la vida”