La superación de nuestros mayores dolores pasa por darles un sentido diferente

Nuestra vida es una vida de relatos. Más allá de las cosas que nos sucedieron, hay algo que perdura durante más tiempo, y es el sentido que le hemos dado a eso que nos sucedió.

Todos en menor o mayor medida hemos experimentado situaciones dolorosas; violencia, abusos, perdidas, abandonos, falta de reconocimiento, etc. La manera que tenemos de contarnos y usar esas historias de dolor están relacionadas con el sentido que le damos a esas experiencias. Y el sentido es determinante para superar cualquier trauma, dolor o dificultad.

El sentido tiene que ver con la manera que hemos encontrado de ir más allá de ese dolor. No de olvidarlo o hacer de cuenta que no sucedió, sino de superarlo, de transcenderlo, de hacer algo con eso, encontrando dentro de ese dolor aquellos aspectos que nos permitan encontrar un propósito mayor.

Parsifal era un caballero de la mesa redonda del rey Arturo, pero sus inicios son muy diferentes. Hijo de una madre que lo cría en total aislamiento, evitando a toda costa los peligros del mundo, sobre todo lo vinculado a la caballería, ya que su padre era un caballero que había muerto en batalla.

Esta etapa de su vida marcada por el aislamiento, hacen de él una persona ingenua, inocente, quien no ha desarrollado aspectos como la empatía, la compasión, el sacrificio, no pudiendo reconocer las necesidades de los demás ni conectar de forma auténtica con otros.

Hay dos momentos claves en la historia de Parsifal, el primero al marcharse de su hogar abandonando a su madre, lo que genera que ella muera por el dolor de su perdida, y segundo cuando se encuentra con el Rey Pescador, quien por una herida que tenía estaba sufriendo, produciendo también el sufrimiento y desolación en su reino, pero a quien Parsifal podía haber sanado tan solo preguntándole por su herida.

Todo esto, generado por esa ignorancia y falta de conexión con los demás, lo llevan a un viaje personal donde a través de diferentes pruebas deberá aprender sobre la compasión, la empatía, el sacrificio, y a conectar con el sufrimiento del otro.

Luego de un largo recorrido, Parsifal vuelve a encontrarse con el Rey Pescador y ahora sí puede preguntar de forma sincera y empática por su herida, no solo sanando al Rey sino restaurando a todo el reino.

Sus dolores más profundos, producto del aislamiento durante su infancia y de sus fallas durante el inicio de su viaje, lo llevan a dedicar su vida a encontrar la manera de conectar de forma auténtica con las necesidades de los demás, estando al servicio de su sociedad.

Fueron los dolores los que le han permitido a Parsifal encontrarle un nuevo sentido a su vida, convirtiéndose en un caballero con valor, honor, compasión y un gran compromiso hacia el bienestar de los demás.

Nuestros dolores más profundos pueden ser el ancla que nos mantiene atrapados a nuestro pasado, pero también pueden ser el motor que nos empujan a desarrollar ciertos aspectos en nosotros que no solo nos darán un propósito de vida mayor, sino también una conexión diferente con los demás y con nosotros mismos.