En este artículo, aprenderás en profundidad qué son las lealtades familiares y, lo más importante, cómo sanar las lealtades familiares para que dejen de condicionar y limitar tu vida.
Qué son las lealtades familiares
Las lealtades familiares son un tipo de vínculo con nuestra familia, pero sobre todo con nuestros padres, que debe cumplir ciertas normas de fidelidad, honor, gratitud o cuidado. Todo esto vivido desde el compromiso, la obligación y no desde la libertad.
El hecho de no cumplir con estos mandatos, obligaciones o compromisos trae como consecuencia no conseguir la aprobación de alguno de los padres, la traición o hasta la exclusión familiar, y es ahí cuando aparece la lealtad familiar.
Esos mandatos no siempre son explícitos. Pueden estar en formato de recomendaciones “deberías hacer…”, “yo te recomiendo que hagas…”. Otras veces basta un gesto o una mirada para dar las indicaciones de qué es lo que está aprobado y que no, qué es lo que se debería hacer y que no.
Una lealtad familiar es casi como tener una deuda invisible con algún o algunos miembros de la familia, a veces tan solo por el hecho de existir, otras veces por el sacrificio que han hecho, generando un sentimiento de culpa cuando se quiere hacer algo en contra de la lealtad, que suele ser muy difícil de soltar.
Esto viene acompañado de frases como:
- “Yo hice tanto por vos, vos deberías…”
- “Siempre hago todo lo que necesitas”
- “Nos tienes que cuidar cuando lleguemos a viejos”
- “Tienes que ser…”, etc.
No podemos dejar de lado la culpa en todo esto porque juega un papel muy importante. Es el mecanismo por excelencia por el cual se mantienen las lealtades familiares desde la obligación. El sentimiento de culpa se instala inconscientemente de tal manera que pasa a formar parte condicionante en todas las decisiones que una persona puede hacer.
Cuando se toman decisiones desde la culpa se está dejando de lado la verdadera libertad para decidir. Ya que decidir desde este tipo de sentimientos no solo nos mantiene atados a esas lealtades familiares, sino también nos aleja de nosotros y de nuestro verdadero ser.
Algunos ejemplos de lealtades familiares, a veces conscientes y otras inconscientes, y que van desde simples a complejas:
- Asumir el rol de padre o madre de nuestros padres.
- Cubrir las necesidades que nuestros abuelos no cubrieron con nuestros padres.
- Aceptar la palabra o decisiones de nuestros padres sin más.
- Compartir con ciertos familiares, aunque no queramos.
- Trabajar en la empresa familiar para mantener el legado.
- No conseguir tener éxito profesional porque hay grandes fracasos económicos en la familia.
- No conseguir entablar relaciones de pareja para no traicionar a la familia.
Cuál es la importancia de detectar las lealtades familiares
La importancia de detectar las lealtades familiares radica en que cualquier lealtad familiar, desde la obligación, frustra y condiciona el proceso de desarrollo propio que todos tenemos como individuos. Nos impide encontrar nuestro propio camino y desarrollar nuestra propia personalidad, ya que siempre estaremos en cierta medida atados a un vínculo que nos impide ser quienes somos.
No es solamente un asunto de cuando somos niños o adolescentes, y estamos en una etapa de construcción de quienes somos, sino que son lealtades invisibles que están presentes también en nuestra vida adulta, condicionado o limitando hacia donde queremos ir.
Para eso es importante entender que nuestro proceso es nuestro, puede y hasta en cierta medida debe ser totalmente diferente al del resto de los miembros de la familia.
Mantener comportamientos, roles, situaciones o estilos de vida que no son propios, implica no poder ser nosotros por completo. Esto llevan a un gasto de energía inmenso y a una represión de emociones que en algún momento buscarán salir a la luz, no solo saldrán esas mismas emociones en exceso, sino que se manifestarán en conflictos que nos bloqueen e impidan nuestro camino o mediante síntomas físicos.
Podemos ver lealtades familiares cuando estamos frente a situaciones que:
- No podemos salirnos de ciertos roles y no sabemos por qué (seguimos sosteniendo a alguien en la familia y ya no queremos)
- No sabemos para qué hacemos lo que hacemos (excesos como alimentación o adicciones)
- Repetimos y no sabemos por qué (patrones en las relaciones, conflictos profesionales)
- Hacemos desde el compromiso (nos sentimos obligados a hacer ciertas cosas)
- Vivimos desde la culpabilidad (nos sentimos culpables por hacer o no hacer ciertas cosas)
Tenemos que agradecer lo que nuestros padres y abuelos hicieron para que hoy estemos acá. Pero es fundamental saber que tenemos que ser leales con nosotros mismos y renunciar a lo que creemos que no es propio de nuestro proceso.
El hecho de que los vínculos sean a nivel familiar no implica que sean relaciones sanas. La mejor forma de honrar a nuestros padres es construyendo nuestra propia vida.
Cómo sanar lealtades familiares
Alguien podrá decir que para sanar una lealtad familiar es necesario escribir una carta, perdonar a algún miembro de la familia o hasta irse a un viaje espiritual, pero la realidad es que sanar en estos casos implica soltar esas lealtades familiares, y eso es en cierto punto trasgredir e ir en contra de lo establecido.
Para poder sanar lealtades familiares primero es necesario descubrir de qué manera es que esas lealtades nos mantienen atados, sobre todo reconociendo los comportamientos, decisiones o emociones que no son nuestras, ni nacen de nuestra libertad emocional, sino de la obligación o el compromiso para con alguien.
- En qué nos sentimos obligados para con nuestra familia
- Qué hacemos porque es lo que se espera de nosotros
- En dónde no podemos ser quienes realmente somos
- Qué hacemos para satisfacer las necesidades o deseos de otro
A partir de reconocer esto, sanar la lealtad familiar, es también dar el paso de tomar decisiones más coherentes con aquello que queremos para nuestra vida, aunque eso pueda significar dejar de cumplir con alguien, fallarle o defraudarlo, sobre todo a nuestros padres.
Una lealtad familiar se suele verse en aquellas situaciones que nos pesan, que nos generan una carga emocional importante, donde nos sentimos obligados a hacer o ser de cierta manera. A veces situaciones que las vemos con facilidad, otras veces están más ocultas, con emociones más reprimidas. Puede ser desde cuidar a un padre, tener que ser de cierta manera para no generar un conflicto, o seguir haciendo algo por el bien de otro, cuando ya no lo queremos hacer.
Al encontrar cuáles son esas situaciones, podemos analizar para quién hacemos eso que hacemos, quién se beneficia de nuestro posicionamiento o quién perdería si dejáramos de hacerlo. Ahí es cuando encontramos la lealtad familiar que nosotros mismos mantenemos viva.
Luego de descubrir donde nos vemos obligados, condicionados o limitados, y quién se beneficia de eso, es cuando podemos comenzar a tomar nuevas decisiones, ese es el camino para romper las lealtades familiares. Si no cambiamos algo, nada cambiará. Por eso nuestros cambios son el motor del cambio de nuestra vida.
Si resumimos esto, estos son los pasos para sanar lealtades familiares:
- Identifica las lealtades familiares que te afectan: Reconoce las conductas y creencias que no son tuyas, sino de otros miembros de tu familia.
- Toma conciencia de las emociones involucradas: Detecta las emociones, como la culpa o el miedo, que refuerzan esas lealtades.
- Cambia la narrativa: Modifica la forma en que interpretas tu papel dentro de la familia.
- Toma decisiones desde la libertad, no desde la obligación: Aprende a decir “no” cuando sea necesario, priorizando tu bienestar emocional.
Mi libro ‘Memorias invisibles’ para sanar lealtades familiares
Si sientes que hay lealtades familiares que sanar en tu vida, mi libro Memorias Invisibles profundiza en las dinámicas familiares y ofrece herramientas prácticas para liberarte de estos vínculos invisibles. A través de ejercicios y reflexiones, podrás:
- Identificar patrones heredados que afectan tu vida actual.
- Comprender las raíces emocionales de tus decisiones.
- Tomar acciones concretas para vivir en libertad y autenticidad.
“Liberarme de las lealtades familiares ha sido un proceso transformador. Gracias a tu libro ahora siento que vivo una vida más consciente de cosas que antes no me daba cuenta.” – Alicia Santos
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La Bioneuroemoción® para sanar lealtades familiares
Mediante la Bioneuroemoción® se puede trabajar en reconocer aquello que inconscientemente nos mantiene atados a esas lealtades, para desde ahí liberarnos de los aspectos nuestros que se ven influenciados, condicionados o afectados, que aún arrastramos y que muchas veces ni lo sabemos.
Las lealtades familiares son un tipo de conflicto inconsciente muy recurrente hoy en día, parte de lo que son las herencias emocionales. No es extraño encontrarme con adultos que no logran tener una relación de pareja saludable y duradera o que no puede desarrollarse profesionalmente, y que en el fondo su conflicto es una forma de seguir sosteniendo una lealtad familiar con uno de sus padres.
Conclusión
Descubrir, comprender y sanar las lealtades familiares es un proceso fundamental para liberarte de los vínculos que te condicionan y te impiden ser quien realmente eres. Siguiendo los pasos mencionados, podrás identificar, enfrentar y romper esas lealtades invisibles, comenzando a construir una vida más auténtica y libre.