Cuando a algo no le damos un cierre adecuado, reaparece.
La repetición es una de las constantes dentro de los conflictos emocionales. Es muy común la repetición de conflictos emocionales, en nuestros vínculos afectivos, o la repetición de patrones de comportamiento. Es como si tuviéramos el destino marcado o que la vida fuera caprichosa, pero cuando algo que sucede nos afecta emocionalmente, se nos repite una y otra vez.
Aquello que no hemos logrado gestionar de manera correcta, que hemos reprimido o que no le dimos un cierre adecuado, tiende a aparecer más adelante en nuestra vida. En otros escenarios, con otros actores, en otras circunstancias, pero el conflicto emocional sigue siendo el mismo.
No es un capricho de la vida, ni tampoco el destino al cual estemos condenados.
Nuestro inconsciente insiste. Cuando no logramos resolver un conflicto intentará hacerlo presente una y otra vez. Lo mantendrá vivo. Dejará a nuestra disposición nuevamente la oportunidad de encontrarnos con eso cara a cara.
La repetición siempre nos invita a cambiar algo nuestro.
- ¿Qué podemos hacer ahora de distinto?
- ¿De qué manera seguimos queriendo resolverlo con las mismas herramientas?
- ¿Qué no estamos queriendo cambiar de nosotros?
- ¿Qué no logramos integrar?
La resolución adecuada suele corresponder a un cambio interior. Cuando nos damos cuenta de lo que no nos dábamos cuenta. Cuando nuestra percepción sobre la situación ha cambiado. Cuando hemos logrado comprender y asumir cuál era nuestra responsabilidad en eso que se nos repetía.