Salud mental

En el día mundial de la salud mental no podía dejar de hablar de uno de sus aspectos, algo que aquí promuevo y que trabajamos activamente con muchos de ustedes, y es todo lo que se refiere a la gestión emocional.

La gestión emocional, una parte muy importante de la salud mental, va mucho más allá de solo reconocer nuestras emociones o sentimientos, si no que implica también trabajar y actuar a favor de nuestro bienestar emocional.

La salud mental no es solo la ausencia de enfermedades, trastornos o afecciones, sino también es tener la capacidad de gestionar y hacer frente a los conflictos de la vida.

Por eso insisto tanto con los conflictos, porque es donde se esconden nuestros aprendizajes. Cuando desarrollamos la capacidad y las herramientas para hacer frente a lo que nos sucede, el resultado es la mejora de nuestro bienestar emocional, y por consecuencia, de nuestra salud.

Dentro de la gestión emocional otro concepto de gran importancia es la libertad emocional. El camino hacia nuestro bienestar emocional es un camino que requiere de reconocer aquellos condicionamientos emocionales que ya están en nosotros, sobre todo inconscientes, vinculados a lealtades familiares, creencias, herencias emocionales, experiencias pasadas, y que muchas veces sin nosotros saberlo son el origen de las situaciones conflictivas que vivimos en la actualidad.

La salud mental también es algo que depende de nosotros. De reconocer lo que sentimos, de comprender para qué nos sucede lo que nos sucede, y de hacer frente a las situaciones conflictivas que vivimos.

Trabajar en nuestra salud mental no suele ser un proceso simple ni lineal, requiere poner mucho de nosotros, valentía, sinceridad, autocrítica, dedicación, y hasta suele requerir de alguien que nos dé una mano, pero al final de cuenta, es un recorrido sagrado, que esconde nuestros aprendizajes y grandes tesoros.