Cada experiencia que se nos va presentando solo nos está hablando de aspectos nuestros que tenemos que integrar, hacer propios, reconocer, comprender y aceptar.

No vamos viviendo situaciones porque es lo que “nos tocó”, ni por “mala suerte”, ni porque los demás son “malos”, vamos viviendo justo lo que necesitamos en cada momento. ¿Para qué necesitamos lo que nos va pasando? No tendríamos otra manera de poder integrar si no se nos presentaran situaciones que nos muestren esos aspectos que tenemos que trabajar en nosotros mismos. ¿Cómo podríamos salvar una materia, por ejemplo, si no tuviéramos un examen enfrente que nos de la oportunidad?

Cada experiencia es una nueva oportunidad de conocernos. Conocernos nos permite podes tomar nuevas decisiones que nos lleven a nuevos lugares.

Al final se trata de comprender qué específicamente de la experiencia me está hablando a mí, y a partir de ahí no colocarnos en la posición de “víctimas” sino tomar distancia y ser conscientes de que si estoy viviendo esto es porque de alguna manera algo de mi está relacionado con esto que se me presenta.

Todas las experiencias que vivimos tienen que ver con nosotros.