fbpx

Nos movemos en base a creencias, y no hablo de creer en Dios o en una religión, sino en pequeñas creencias que están presentes tan inmersas en nuestra día a día que ni somos conscientes de que las tenemos.

Una creencia es simplemente una idea o pensamiento el cual tomamos como verdadero y actuamos conforme a esto de tal manera que no podemos o nos cuesta mucho tomar una decisión diferente. Algo simple pero muy poderoso porque de alguna manera crean nuestra realidad.

Las creencias no son ni buenas ni malas, pero sí son algo que nos van limitando o potenciando en distintos momentos y se convierten en nuestra base de pensamientos. Si algo nos limita es interesante poder identificarlo y ver en qué nos está limitando. Este es el primer paso para comprender qué y cómo aprendimos algo que ya no nos sirve, que termina siendo falso y que sería bueno trascenderlo.

Una forma que podemos utilizar para identificar estas creencias es prestar atención a cómo pensamos:

Si podemos decidir nuestra base de pensamientos para que ciertas creencias dejen de limitarnos y comiencen a potenciarnos todo lo que vamos a tener son beneficios. Es como liberarnos de una carga que no nos sirve para nada y esto nos va a permitir seguir avanzando más livianos.