Es un gran regalo para la relación de pareja expresar aquello que nos molesta del otro. En cambio, ocultarlo o hacer de cuenta que no pasa nada, deteriora la relación.
La relación de pareja es la combinación de dos mundos internos. Un lugar donde las partes necesitan mantener su individualidad a la misma que vez que darse a la relación, poner a disposición del otro y de vínculos aspectos propios, algunas veces para compartirlos, pero otras veces para cambiarlos.
Esta combinación entre mundos y entre lo individual y lo grupal, hace florecer diferencias, manifestándose sobre todo en aspectos emocionales que se van despertando en cada uno.
Cuando expresamos lo que nos molesta, lo que nos afecta, o hasta lo que necesitamos del otro, estamos marcando las diferencias y generando cierto grado de conflicto, pero al mismo tiempo, fomentando el crecimiento del vínculo de pareja.
La autenticidad, la vulnerabilidad, la integración, la comunicación, la empatía, la comprensión, la escucha, el autoconocimiento, todos aspectos que surgen gracias a expresar lo que emocionalmente nos afecta en la relación de pareja.
Pero eso no siempre es así. Cuando uno de los miembros de la pareja no acepta la crítica o no está abierto a cambiar aspectos propios, impide el crecimiento de la relación. Lo mismo cuando alguien no puede expresar aquello que le molesta, que no solo está perdiendo su individualidad, sino también evitando cierto grado de conflicto en la pareja y limitando el posible crecimiento.
La relación de pareja necesita cambiar, moverse de un lugar a otro, evolucionar, y para eso es fundamental, no solo dos personas comprometidas, sino abiertas a expresas sus desacuerdos y dispuestas a cambiar, con el propósito de construir algo juntos.