No siempre nuestro entorno nos apoya o nos motiva a realizar aquello que deseamos o necesitamos. Y aunque pese, esto es algo que muchas veces sucede con nuestros seres más queridos: padres, hermanos, parejas, amigos.
¿Por qué nuestras relaciones cercanas resisten los cambios?
Esta resistencia al cambio no tiene que ver con que nuestros seres queridos quieran que nos vaya mal o que no nos amen, sino con las implicancias que nuestros procesos y transformaciones pueden llegar a tener en ellos. Por regla general, todos queremos que las cosas permanezcan como están, ya que los cambios y la incertidumbre son grandes generadores de miedos.
Lo que es mejor para nosotros, o lo que necesitamos en un momento determinado, puede implicar hacer un cambio que afecte de alguna manera a otras personas. Esto puede alterar su entorno, las condiciones que tienen, lo que reciben de nosotros o el lugar que ocupan en nuestras vidas. Es decir, ese cambio que necesitamos, y sus consecuencias, hará que algo en esas personas también tenga que transformarse. Esto genera incomodidad, y no todos son capaces de aceptarlo, por muy cercanos que sean.
¿Por qué nuestros seres queridos pueden oponerse a nuestro desarrollo personal?
Muchas veces esto sucede inconscientemente. No es que lo hagan de manera voluntaria, sino que despierta en ellos aspectos emocionales que no quieren ver ni asumir. Miedo a la soledad, tener que responsabilizarse de su propia vida, asumir que la vida que llevan no es la que realmente quieren, dejar de ser sostenidos emocionalmente, soltar un rol que les resulta cómodo, etc.
A veces, esta resistencia al cambio se manifiesta en frases casi imperceptibles como:
- «Pero en ese trabajo estás bien…»
- «¿Tener que perdonarlo y seguir en esa relación?»
- «Siempre puedo contar con vos…»
- «Acá estás bien…»
- «¿Cómo te vas a ir?»
- «Eres quien más me comprende…»
Cómo gestionar el impacto del crecimiento personal en los demás
Si no estamos dispuestos a molestar o incluso perder a los demás para ir hacia aquello que deseamos y necesitamos, corremos el riesgo de perdernos a nosotros mismos.
Es fundamental que reconozcamos estas resistencias externas como una reacción natural al miedo al cambio, tanto en nosotros como en los demás. La clave está en no detener nuestros procesos por miedo a la incomodidad ajena. Aquí te dejo algunos consejos para gestionar este tipo de situaciones:
- Comunica tus cambios con claridad y empatía: Explica a los demás por qué necesitas hacer ciertos cambios en tu vida. La comunicación honesta puede ayudar a reducir la resistencia.
- Entiende sus miedos: A veces, entender qué es lo que les asusta de tu cambio puede facilitar el proceso. No significa que debas cambiar tus planes, pero mostrar comprensión puede reducir el conflicto.
- Establece límites saludables: No siempre vamos a recibir el apoyo que necesitamos, y eso está bien. Lo importante es aprender a poner límites y seguir adelante con lo que sabemos que es mejor para nosotros.
- Acepta que no todos seguirán en tu camino: En algunos casos, nuestros cambios pueden llevarnos por caminos diferentes a los de las personas cercanas. Y aunque esto puede ser doloroso, es parte del crecimiento.
Consecuencias de no perseguir lo que necesitamos por miedo a perder a otros
La gran pregunta que debemos hacernos es: ¿Qué pasa si no cambiamos por miedo a cómo reaccionarán los demás? Cuando postergamos nuestras decisiones por temor a incomodar o molestar, corremos el riesgo de traicionarnos a nosotros mismos. Y esa es una pérdida mucho mayor.
Si no tomamos el control de nuestra propia vida, nos enfrentamos a una serie de consecuencias que pueden ser más perjudiciales que la posible pérdida de una relación:
- Pérdida de identidad: Al no seguir nuestros deseos y necesidades, terminamos viviendo una vida que no es auténticamente nuestra.
- Falta de realización personal: Al evitar los cambios, nos estancamos y no alcanzamos nuestro verdadero potencial.
- Conflictos internos: La insatisfacción con nosotros mismos por no haber hecho lo que realmente queríamos puede generar un malestar constante.
Preguntas Frecuentes
¿Cómo afecta el crecimiento personal a las relaciones familiares?
El crecimiento personal puede generar tensiones en las relaciones familiares, ya que nuestras transformaciones pueden hacer que los demás se sientan incómodos o amenazados. Sin embargo, este proceso también puede fortalecer los vínculos, siempre que exista una comunicación abierta y honesta.
¿Qué hacer si tus seres queridos no apoyan tus cambios?
Si no recibes el apoyo que esperabas, es importante que mantengas el enfoque en tu propio bienestar. Establecer límites y continuar con tus decisiones, a pesar de la resistencia, es clave para seguir avanzando en tu proceso de desarrollo personal.