Madurar emocionalmente implica dejar de esperar a que alguien nos apruebe para ser lo que queremos ser o para ir hacia donde queremos ir.
En las primeras etapas de nuestras vidas buscamos constantemente la aprobación de los adultos que nos rodean para aprender cómo y qué hacer.
En la medida que vamos creciendo y madurando emocionalmente vamos dejando de necesitar esa aprobación, comenzamos a hacernos cargo de nuestra vida y dejamos de mirar hacia afuera para hacer los cambios que necesitamos.
Como adultos, esperar aprobación nos quita responsabilidad y poder sobre nuestra vida.
¿Te ves esperando aprobación externa?
Publicaciones relacionadas:
La coherencia interna en lo que hacemos
Una parte del bienestar emocional trata de nuestra coherencia interna, y en muchos sentidos pod...
Los costos emocionales del Coronavirus
Claro que estamos frente a un desafío, a una crisis y como tal tenemos costos a pagar. Costos e...
Mi caja de herramientas
Tengo que llamar al servicio técnico para realizar una reclamo porque hace 3 días estoy sin luz...